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Comidas ligeras y nutritivas para la época más calurosa del año

En verano, el calor cambia nuestra rutina y nuestro estilo de vida, alterando nuestro ritmo habitual. Al igual que modificamos otros aspectos de nuestra vida como la ropa o el horario laboral, adaptar las comidas es igual de importante para lograr una alimentación saludable y acorde a las necesidades de nuestro cuerpo en esta época de año.

Por ello, los expertos en el área de nutrición de Club Metropolitan, dan algunas pautas alimenticias para tener en cuenta los meses más calorosos, asegurando una energía constante y un buen estado de salud gracias a una dieta completa y nutritiva.

Consume alimentos ricos en agua:

El calor y la transpiración aumentan la necesidad de líquidos de nuestro cuerpo. Por ello, además de beber al menos 8 vasos de agua, es esencial comer alimentos ricos en agua como sandía, melón, pepino y lechuga. Las frutas y verduras frescas no solo son refrescantes, sino que también están llenas de vitaminas, minerales y antioxidantes que son esenciales para la salud.

Haz comidas ligeras y frecuentes:

En verano es mejor optar por comidas pequeñas y frecuentes en lugar de grandes comidas, ya que facilitamos la digestión y evitamos la sensación de pesadez. En especial, hay que evitar comidas ricas en grasas ya que pueden ser difíciles de digerir y causar malestar en climas cálidos.

Limita el consumo de bebidas azucaradas y alcohólicas:

Este tipo de bebidas favorecen la deshidratación. Algunas opciones refrescantes son, infusiones de frutas, batidos naturales o agua infusionada con limón o menta.

Elige proteínas magras:

Opta por fuentes de proteínas magras como pescado, pollo, legumbres y productos lácteos bajos en grasa. Además de aportarte nutrientes esenciales, son más fáciles de digerir y ayudan a mantener la energía.

Evita alimentos muy salados:

El exceso de sal también puede contribuir a la deshidratación. Trata de limitar el consumo de alimentos procesados y snacks salados.

Consume alimentos con electrolitos:

Los electrolitos como el sodio, el potasio y el magnesio son importantes para mantener el equilibrio de fluidos en el cuerpo. Frutas como el plátano, el melón y los cítricos son buenas fuentes de estos nutrientes.

 

Buenas opciones que cumplen con estos requisitos son ensaladas de legumbres, gazpacho, brochetas de pollo y verduras, batidos verdes y de frutas, sándwiches vegetales, wraps de pollo o ceviche. ¡Estos son solo algunos ejemplos, pero no dudes en experimentar con nuevas recetas!

Si te ha gustado este artículo y estás interesado en temas de nutrición, no dudes en leer este blog sobre superalimentos.

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